Además, desde la Unión se emplaza al Servicio Aragonés de Salud y al Departamento de Sanidad a que acelere cuántas actuaciones queden pendientes de ejecutar para incrementar la seguridad de los trabajadores.
A raíz del último caso grave de violencia contra sanitarios registrado el pasado viernes 25 de marzo, en el centro de salud Univérsitas de la capital aragonesa, UCOSAZ advierte que la seguridad e integridad de todos los profesionales sanitarios se ve cada día más comprometida en nuestra Comunidad.
Tal y como expresa uno de los compañeros agredidos: “se ha producido un incremento en la ansiedad de la población ante el Sistema Sanitario”. La situación de sobreinformación de la sociedad ha entrado en colisión con unos servicios saturados que no han podido, desafortunadamente, dedicarle a la ciudadanía más tiempo, recursos o explicaciones.
Una situación paradójica, en opinión de UCOSAZ, que ha llevado a que el malestar de la población haya ido in crescendo cuando los propios sanitarios han sido incapaces de explicar noticias aparecidas en los medios de las que ni ellos estaban informados.
Este problema, agravado con la situación de pandemia, ha hecho de los profesionales el blanco de todas las iras de la ciudadanía: “Somos víctimas de críticas, insultos, faltas de respeto por parte de la población debido a situaciones de las que no somos responsables ni tenemos medios para solventarlos”, explica el afectado del último altercado.
En opinión de UCOSAZ, no se están transmitiendo de forma clara a la sociedad cómo funciona nuestro sistema de salud; así como los cambios que se han ido introduciendo para abordar la crisis pandémica o la reordenación de los servicios sanitarios de la Comunidad.
Una situación a la que hay que sumar la sensación de indefensión de las personas que trabajan en centros de salud; farmacias; clínicas odontológicas y veterinarias; servicios de urgencias u hospitales públicos y privados al tener que enfrentarse sin apenas medios de protección ante conductas como la del pasado viernes 25 de marzo.
Es por ello por lo que, desde la Unión de Colegios Profesionales Sanitarios de Zaragoza se quiere lanzar un doble mensaje. Por un lado, a los responsables sanitarios para que aceleren la implantación de cuántas medidas de seguridad -ya sean disuasorias o de protección- sean necesarias en todos los espacios de trabajo de la red pública sanitaria.
Tal y como reflexiona una de las víctimas del CS Univérsitas: “Durante el confinamiento en la pandemia éramos ‘héroes’ sin haberlo pedido, era nuestro trabajo. Pero al acabar, los aplausos cesaron y comenzaron las quejas. Quejas que pasaron a ser faltas de respeto. Y faltas que se convirtieron en insultos, e insultos que se han transformado en agresiones”.
Ante palabras como estas, UCOSAZ desea pedir a la población un ejercicio de autocrítica ante el incremento de este tipo de conductas. Y es que, a pesar de las circunstancias, los profesionales sanitarios nunca han dejado de realizar su trabajo, sin importar su categoría, lugar de trabajo y con el servicio a la sociedad como pilar fundamental de su labor.