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EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA SOBRE LA TRASHUMANCIA EN EL COLEGIO DE VETERINARIOS DE ZARAGOZA

Durante el mes abril, en las instalaciones del Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Zaragoza, se puede visitar una interesante exposición de fotografías sobre la trashumancia, como resultado del viaje a pie que durante 24 días y con 550 kilómetros en sus piernas,  un grupo de alumnos de 4º y 5º curso de la facultad de veterinaria de Zaragoza (Cristina, Alba, María Valero, Fran, María Cabello, Ane, Inés, Irene, Calasanz, Cristina, Sofía, Claudia, Oscar.... ), con los profesores (Juanjo, Rubén, Emilio, José Luis, María José, Delia, y Marian) acompañando a los ganaderos Vidal, Urbano, Arturo e Ismael, realizaron con su rebaño de más de 3000 ovejas desde las tierras altas de Guadalaviar, en Teruel, hasta los pastos de invernada de la localidad Jienense de Vilches, donde los trashumantes turolenses son conocidos popularmente como «los serranos».

Su odisea, a través de la Cañada Real, cada año más estrecha y con más obstáculos en su recorrido, mantiene una tradición agropecuaria que se remonta a la Edad Media.

La exposición consta de un centenar de fotografías mostrando  el recorrido desde la Sierra de Albarracín en los Montes Universales, por tierras extremeñas, pasando por  la vereda del Guadialaviar, las Pedroñeras en Cuenca o el pozo de la Serna en Ciudad Real, hasta los pastos de Jaén. En palabras de Marcel Proust “se trata de un verdadero viaje de descubrimiento, que no consiste en buscar nuevos paisajes, si no en mirar con nuevos ojos”.

Durante el recorrido por la exposición nos encontraremos con imágenes de gran belleza y otras mas costumbristas del día a día de los pastores y los veterinarios que les acompañan, todas ellas consiguen mostrarnos el alma del campo y reconciliarnos con el.  Un recorrido donde “los balidos y el sonar de las ovejas ponen voz en la vereda", y hace del viaje, una experiencia maravillosa que dejará huella para siempre en todos ellos.

Desde el Colegio de Veterinarios de Zaragoza, queremos enviar un afectuoso abrazo a todos ellos, deseándoles que, aún con todas las dificultades económicas y el esfuerzo personal que entraña, no pierdan la ilusión y año tras año sigan realizando el viaje a pié, como desde la Edad Media, desde las tierras altas de la Sierra de Albarracín, hasta las encinares al pie de Sierra Morena y nosotros lo veamos.